La eficiencia en el sector energético está marcada por el trabajo sostenido y el compromiso de las compañías del área. Para la firma alemana, el compromiso va mucho más allá: llegar a la meta de cero emisiones y ser amigables con el ambiente es uno de los principales propósitos que embanderan su trabajo. Hasta 2030, MAN Diesel busca reducir sus emisiones en un 50 %, lo que se traduce en una reducción de dos grados celsius del calentamiento global. ¿Cómo hacerlo? Pese a que el reto aún tiene un largo recorrido, ya hay una hoja de ruta.
El sector marino es una de las grandes unidades de negocio de la firma: a escala mundial 90 de cada 100 barcos tienen un motor MAN a propulsión y su movimiento representa el 3 % de los gases de efecto invernadero. Con los ojos puestos en el futuro, la empresa lidera la transformación energética en el área. La digitalización y tecnificación le permiten fabricar motores actualizados, aptos para funcionar con combustibles amigables como gas, amoníaco o metanol (lo que reduce las emisiones contaminantes a una tercera parte) y restringir la velocidad de estos sin comprometer la eficiencia de su funcionamiento. De este modo, los barcos cumplen con regulaciones de la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) y minimizan su impacto ambiental.
Por otro lado, MAN se ha planteado la ambiciosa meta de contar hasta 2050 con fuentes de generación propia de energía como paneles solares y sistemas eólicos. Hasta la actualidad la energía de sus fábricas proviene en un 70 % de fuentes renovables.
A escala mundial, Alemania está en el top ten de países innovadores, y MAN, con sello de ese país, no es la excepción. Se ha convertido, a pulso, en pionera en su campo y en un referente para las empresas del sector en todo el planeta. Pero ¿cuál es la combinación ideal para el éxito? Para Bedoya, la inversión en investigación y nuevas tecnologías adquiere un rol protagónico. Inicialmente es alta, pero los resultados se reflejan en los costos: con sus nuevas tecnologías, por ejemplo, los motores MAN ahorran combustible en un 20 %, lo que se traduce en un ahorro para las compañías.
La firma tiene, además, un proyecto de hidrógeno verde que busca generar un sistema en el que una serie de equipos toman CO2 del ambiente y lo convierten, mediante un reactor, en metanol (un combustible que no contamina el ambiente).
Con 14 500 empleados en todo el mundo, ingresos de 3.5 billones de euros cada año, 10 fábricas en Europa (Dinamarca, Alemania y Francia), tres sitios de producción en Asia y 30 nuevas licencias para fabricar motores y turbocargadores alrededor del mundo, MAN Diesel sabe que la sostenibilidad e innovación en el campo energético abren la puerta del éxito y la competitividad.
La visión sin temores es primordial: MAN invierte de 2 al 3 % de su ingreso anual en investigación, y se prevé que las nuevas tecnologías que desarrolla y su capacidad de reducir la contaminación aumenten sus ingresos de la compañía en 10 billones de euros.